Desde el año 2020 se ha vivido una experiencia compleja por la aparición del virus Covid-19. Desde la pandemia, los elevados números de casos de alto riesgo, el confinamiento y el paro económico hemos atravesado todos una crisis compleja en Panamá y el resto del mundo.
Teniendo esto en cuenta, nada ha sido igual, simplemente las personas intentan adaptarse a una nueva modalidad que tiene que ver con la reanimación económica en combinación con una rutina de cuidado diferente.
Es común escuchar hablar del problema con el trabajo y la salud física que se ha visto tan afectada por la enfermedad pero, son muy pocas las reflexiones que encontramos en el estilo y calidad de vida.
Las propiedades horizontales se han visto envueltas en un confinamiento difícil de llevar, cerrando la posibilidad de recreación de los copropietarios, afectando el estado emocional de todos.
Pero, fue una medida necesaria para la estabilización del país, ahora que tenemos más libertades ¿Qué es lo que tenemos que hacer?

Teniendo en cuenta esto, es necesario que el administrador tome decisiones cruciales que encuentren un equilibrio entre mantener la salud de los residentes y al mismo tiempo permitir el esparcimiento creativo, emocional y familiar por medio de las áreas comunes.
Dependiendo del ritmo, demanda de usuarios, tipo de área social, el administrador podrá indicar un nuevo reglamento de uso que proponga una planificación del área a través de las reservas.