Esta información debe llegar a cada uno de los copropietarios, sean dueños o arrendadores de la unidad.
Esta difusión puede ser posible a través de correo electrónico o la repartición de copias físicas en cada unidad de apartamento.

En conclusión, la base para formar buenos vecinos está en una comunicación asertiva entre administrador y miembros de la propiedad horizontal.
Con una buena comunicación se puede lograr que los vecinos se respeten entre sí y se obtenga una relación armónica y una vida tranquila.
